dijous, 9 d’abril del 2009

La sensibilidad de Berlusconi


Sr. Berlusconi:

Yo soy un ama de casa, madre y abuela. Con estudios superiores, una profesión y una cultura general envidiable (si me permite usted la autoalabanza), visto lo que se ve y se oye por estos mundos de Dios.

Y además, he sido junto con mi marido y mis hijos, durante años, “campista”.

Me permito suponer que su “excelencia”, es por el contrario usuario de hoteles de cinco estrellas y desconoce lo que es la vida en un camping.

Y como sea que, dado que es usted el máximo mandatario de un país como Italia, cuna de nuestra civilización, donde el arte se encuentra en cada esquina de sus maravillosas ciudades, donde los museos rebosan cultura, refinamiento y sabiduría.

Un país que ha dado hombres y mujeres de una valía extraordinaria para la humanidad, pintores, escultores, escritores, filósofos, estadistas, Papas, cineastas, músicos y un largo ect.

Por todo lo cual, Italia señor Berlusconi, no se merece pasar la vergüenza de que su primer mandatario se muestre a los ojos del mundo, tan insensible, ignorante y estúpido como usted ante la terrible tragedia de los que lo han perdido todo, incluidos sus seres queridos.

Ellos seguramente, más de uno, conocen lo que es ir de camping. Es lo que se suele hacer cuando se ama la vida al aire libre, la naturaleza y la sensación de libertad.

Voy a explicarle:

Camping es sinónimo de vacaciones, de vida al aire libre en contacto con la naturaleza. Es respeto para con los demás que conviven en un mismo espacio que nosotros. Es solidaridad, es gozar de las tertulias con los amigos, del sol, de la playa o de la montaña, es practicar deporte, montar en bicicleta, caminar, correr, jugar….ser feliz!.

Le parece a usted señor Berlusconi que sus conciudadanos que sufren una tragedia terrible que seguramente no olvidarán jamás, están de camping?.

Que desafortunado símil.

Que ignorancia supina.

Que falta absoluta de sensibilidad.

Sr. Berlusconi.

Me gustaría que pudiera vivir usted unas vacaciones como las de los campistas, pero me temo que no se adaptaría a un ambiente tan sano, de tanta camaradería y altruismo.

Usted tiene otros gustos, otro talante, otros proyectos para sus ratos de ocio, estoy segura.

Y también estoy segura de que no me gustaría en absoluto compartir espacio con personas como usted.

Prefiero la gente sencilla y sana de mente y de corazón.

No sabe usted lo que se pierde!.

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