dimarts, 15 de desembre del 2009

Perfumes, perfumes, perfumes....


Perfumes….anuncios y mas anuncios de perfumes, con el propósito (claro está), de que compremos.
Es quizás el regalo menos original (y más efectivo) al que recurrir para estas Fiestas que se aproximan.
Y como lo saben los señores perfumistas!.
Así nos “bombardean” con spots de sugerentes imágenes (solo se perfuman los guapos y los jóvenes?)….pregunto.
Y confieso que ya empiezo a estar harta y hasta las narices (lo pilláis?), de tanto anuncio que promete elevarme al séptimo cielo a través del olfato.
Y como que me gusta nadar a contracorriente, llevar la contraria y revelarme contra las imposiciones (veladas o no), NO QUIERO PERFUMES ….ahora no!.
Y me gustan, claro que me gustan.
Y me gusta el poder evocador que tiene un aroma.
Y me gusta darme este “toque” aromático de distinción, de glamour, de seducción.
Muchas veces, pienso, que un buen perfume, es mejor complemento que una joya.
He vivido (y quien no), inolvidables veladas en pareja, para las cuales he utilizado mis “aromas fetiche”.
Y tengo siempre, por lo menos tres frascos de perfume en casa.
Y cuando entro en una perfumería, soy consciente de que voy buscando comprar ilusión.
No es un artículo de primera necesidad (sin duda), es un artículo de lujo, un capricho, un regalo para los sentidos. Y como me halagan en mi ego, los que al saludarme con un par de besos en las mejillas comentan: - Que bien hueles!!.
O sea que; lo confieso: Me encantan los perfumes!!.
Y compraré un frasco…..después de Fiestas. Cuando se esté terminando alguno de los que tengo ahora.
Pero será dentro de un par de meses.
Cuando dejen de saturarme las neuronas con tanto anúncio.